La concejala del Partido Popular renuncia a su cargo tras más de dos años de servicio, por motivos personales y profesionales
Con voz emocionada, Anaya explicó que desde hace siete meses ha iniciado un proyecto empresarial que está dando sus frutos, pero que le exige toda su energía y dedicación. “He tenido que hacer cambios en mi vida personal y también ser honesta conmigo misma y con mis compañeros”, declaró en el Pleno, reconociendo que no puede implicarse como le gustaría en su labor pública.

“Me voy con el corazón lleno”
Durante su intervención, la concejala transmitió un profundo agradecimiento al pueblo de Peligros. Aunque no es natural del municipio, expresó sentirse peligreña “de corazón”, y recordó con cariño la acogida recibida por parte de los vecinos y vecinas, así como el vínculo con su familia política local, a la que dedicó palabras especialmente sentidas.
También tuvo palabras de afecto y reconocimiento hacia sus compañeros del grupo municipal popular, José y Alfonso, por el apoyo recibido durante toda esta etapa, y al resto de la corporación, a quienes agradeció el respeto y el trato personal más allá de las diferencias políticas.
“Todos sabemos que esta es una vocación de servicio, en ocasiones ingrata, pero en muchas otras nos aporta una gran satisfacción personal cuando vemos que somos útiles para nuestros vecinos y vecinas”, dijo, visiblemente emocionada.
Una sustitución conforme a la ley
Tras formalizarse su renuncia, se comunicó que la siguiente persona en la lista del Partido Popular, Laura Árbol Sánchez, también ha declinado tomar posesión del acta. Por ello, se propuso como próxima concejala a Doña María Inmaculada Madrid Quintero, de la misma candidatura, a quien la Junta Electoral Central expedirá la correspondiente credencial.
Un adiós lleno de reconocimiento
La despedida de Mónica Anaya estuvo acompañada de numerosas intervenciones por parte de los grupos municipales y el equipo de gobierno. En todas ellas se repitieron palabras como honestidad, compromiso, gratitud y respeto.
Su compañero de grupo José manifestó el vacío que deja su marcha, mientras que otros portavoces, como el del grupo socialista o Izquierda Unida, subrayaron su talante conciliador y su implicación durante estos años de mandato.
“Gracias por dar ese paso, por tu vocación de servicio público, por tu respeto, por tu buen hacer y por ser tan honesta. Las puertas del Ayuntamiento siguen abiertas para ti.” — Roberto García, alcalde de Peligros
“Ha sido un honor”
En la parte final de su intervención, la concejala quiso agradecer a las asociaciones del municipio —la Asociación de Comerciantes, la Asociación de Mujeres La Espiga, la Peña Amigos del Flamenco y al párroco— el trato recibido. Y, con palabras sencillas pero cargadas de verdad, se despidió de sus vecinos:
“Ha sido un honor haber pertenecido a esta corporación del Ayuntamiento de Peligros y haber representado en ella a mis vecinos. Nos seguimos viendo por las calles de Peligros.”
El aplauso de toda la corporación fue el cierre sincero a una etapa de más de dos años de trabajo público, marcada por la cercanía, la honestidad y el compromiso de una concejala que, sin haber nacido en Peligros, se va sintiéndose una vecina más.
